Más allá de las discusiones sobre las CBDCs hay una guerra subterránea entre países para conseguir establecer nuevos sistemas de pago que superen a cosas como SWIFT, VISA o Mastercard. El proyecto Agorá del BIS es buena muestra de ello, y siempre que se sientan a discutir aparece un modelo que quieren replicar: el del Banco Central de Brasil y su PIX.